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De simples habitantes a ciudadanos activos en

una economía circular

El sistema lineal de la economía actual consiste en la extracción, fabricación, uso y eliminación de productos que alcanzaron sus límites, involucrando el agotamiento de los recursos naturales y el uso extensivo de combustibles fósiles.

La alternativa a este modelo es la economía circular, como un nuevo paradigma que busca avanzar más allá de las nociones de reducir, reusar y reciclar (Tres R).

Pisos Mamut es una empresa cochabambina, que se caracteriza por transformar llantas, abarcas y trapeadores de goma, en pisos de caucho reciclado que son vendidos en todo el país. Los socios fundadores son: Manuel y Antonio Laredo que, junto a Ronald Gonzales, trabajan en la reutilización de materiales desechados.

Manuel Laredo Garnica, es ingeniero industrial formado en  la Universidad Mayor de San Simón, con una Maestría en Polímeros y Biopolímeros de la Universidad Politécnica de Catalunya (España), además de contar con Diplomados en Competitividad de la Georgetown University y Michigan State University (Estados Unidos). Fue ganador de 4 premios internacionales de emprendimiento social y estuvo galardonado entre los 100 líderes con conciencia más importantes a nivel global por la revista digital británica HOTTOPICS.COM y considerado entre los 25 creadores de una nueva economía en Bolivia por la Revista Nueva Economía en 2018.

La economía circular, en palabras de Manuel “es una estrategia que propone generar desarrollo económico reduciendo el consumo de materiales vírgenes, promoviendo la eficiencia en el uso y la producción y proponiendo generar la menor cantidad de residuo, replicando un modelo regenerativo similar al de la naturaleza.”

Uno de los grandes retos es la creación y consolidación de empleos, en ese sentido nuestro entrevistado explicó que la economía circular no solo puede generar empleos, si no que propicia esquemas que han seguido ese patrón en los últimos años forjando modelos de negocios que han producido una ruptura en el desarrollo de la actividad de un sector para propiciar una renovación radical, de manera intensiva en la mano de obra.

Manuel nos explicó el proceso de valoración del caucho, “nosotros no recibimos las llantas como tal, somos la parte final de la cadena de reciclado, hay personas que recolectan las llantas de la calle, las cortan y nos venden sus residuos, también pasa lo mismo con los reencauchutadores y hay una empresa llamada Ingoqui que recibe llantas, las recicla y nosotros compramos el reciclado de la llanta con el que fabricamos nuestros productos. Nosotros nos articulamos a lo que yo denomino esa economía transcircular que existe en Bolivia, que es una economía que ha nacido sin el soporte del Estado, ni de privados ni el soporte de nadie, pero existe, vende y genera riqueza.»

Para Manuel, desde su experiencia «La economía circular no es un ideal perfecto. Personalmente creo que la economía circular es un conjunto de buenas prácticas que van mejorando continuamente buscando la eficiencia y la sostenibilidad.” No se debe confundir con el reciclaje, sino que este tipo de economía va relacionada con cómo diseñamos, cómo producimos, cómo consumimos y cómo reparamos.

En Bolivia, hace mucho tiempo que existen empresas que están trabajando sobre modelos circulares, desde proyectos de transporte como los autos eléctricos Quantum hasta propuestas de ecodiseño de espacios urbanos con materiales sostenibles de construcción como la empresa Mamut.

 

La ciudadanía se desvincula de su responsabilidad para preservar el medio ambiente, ya que como nos comparte Manuel “la idea de que los recursos son ilimitados son el principal motivo del desarrollo de un modelo de vida basado en un modelo económico lineal, donde las cosas están diseñadas para usar y tirar.”

 

Mirando a un futuro cercano, nuestro entrevistado avizora una transformación desde las acciones de cada persona, “Todos los actores son importantes. Claro que es mucho más potente y más fácil la transición a la circularidad si existe una voluntad política de generar un desarrollo económico basado en la sostenibilidad, pero estoy convencido que la participación ciudadana puede generar un empujón a este cambio. Por eso siempre hablo que ahora es el momento de ser ciudadanos activos y dejar de ser simples habitantes.”

 

Esta experiencia enfocada en la economía circular nos plantea salidas creativas hacia la conciencia ambiental, la generación de empleo para la ciudadanía y la búsqueda de un desarrollo sostenible.

Estudio 21/ Alternoticias/ 25 – 11 -2020/ Nº 18

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